El cuidado de los pies

El cuidado de los pies

Los pies son la parte del cuerpo que mejor tenemos que cuidar en esta salida, de ello depende que lleguemos a fin de viaje en buenas condiciones y lo podamos disfrutar al máximo..
Si no queréis acabar con ampollas a partir de la tercera o cuarta etapa, seguir este consejo (yo no tuve ni una sola ampolla en todo el camino)

Antes de salir cada mañana;
- Haceros unas friegas en los pies con alcohol, este nos curara cualquier posible heridita a la vez que desinfecta y limpia.
- Secar concienzudamente los pies, repasando y masajeándolos
- Aplicar un pequeño masaje a los pies con la vaselina que llevamos en el botiquín, aplicada en poca cantidad, evitara las quemaduras producidas por el roce del calcetín con el pie y el calzado, que son la base de las ampollas.
Además, cada 3 o 4 horas, pararemos en alguna fuente o riachuelo, y procederemos a:

• Mantener los pies sumergidos en agua durante un rato (5m. aprox),
• Descansaremos un rato manteniendo los pies extendidos o un poco elevados (ayudaremos a evitar las hinchazones) 5m aprox.
• Aplicaremos unas friegas de alcohol, como hicimos antes de salir del albergue.
• Secaremos cuidadosamente los pies
• Aplicaremos un masaje con vaselina, como hicimos antes de salir del albergue.
• Nos pondremos un juego de calcetines limpios, y nos aseguraremos que no queden arrugas
• Al ponernos las zapatillas, verificaremos que estén bien puestas, (las lengüetas en sus sitios, y los cordones ajustados correctamente. (ni muy fuertes, ni flojos)
Los normal es hacer una sola parada a media mañana, (para este menester), ya que la etapa no dura tanto tiempo como para hacer más paradas técnicas de este tipo.
Con esto evitaremos las dolorosas ampollas en los pies
Una vez en el albergue, y tras la ducha, revisaremos nuestros pies para verificar que han llegado en perfectas condiciones.
Si por alguna anomalía en el espacio-tiempo (je je), se hubiera producido alguna ampolla la trataríamos como sigue:
Cogeremos la aguja de coser que llevamos en el botiquín y tras desinfectarla bien con alcohol, le pasaremos un hilo como si fuéramos a coser.
Atravesaremos la ampolla sin pincharnos en la carne, Solo la piel que ha quedado inflada
Una vez atravesada (aviso que no duele), el hilo lo dejaremos ahí, anudando los extremos para que no se salga, así conseguiremos que vaya drenando el líquido que la ha producido y desaparezca la hinchazón. Con el hilo puesto podemos ducharnos y caminar normalmente, pues no debería molestarnos para nada.
A mí no me paso, pero vi muchos casos así, algunos llevaban los pies llenos de hilos de distintas llagas en distintos días

Si seguís estos consejos, disfrutareis de una experiencia única, en unos parajes maravillosos y que seguro querréis repetir.


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