Existen en el mercado, muchos tipos de mochila, pero si le solicitáis consejo al comercial de vuestra tienda de deportes enseguida os recomendara la más idónea para esta actividad.
Las mochilas miden su capacidad en litros, y lo estándar para el camino, está entre los 40 y los 60 litros, probablemente la de 50l. sea la más equilibrada.
Las correas que sujetan la mochila a los hombros deberán ser cómodas y acolchadas (actualmente casi todas los son), además deberán llevar correas de cintura y de pecho, esto es muy práctico para evitar que se mueva (lo cual es molesto) y nos ayudara a repartir un poco el peso entre los hombros y la cadera.
Cuando caminamos la mochila debe ir ajustada al cuerpo, sin balanceos, tiene que ser una parte de nosotros mismos.
Debe caber todo lo que llevaremos, pero no debe sobrar demasiado espacio, (la mochila debe quedar ajustada para poder caminar con comodidad)
La correcta distribución del peso, siempre será, colocando lo de mayor peso en la parte inferior, dejando la parte superior para lo más ligero
En los bolsillos laterales pondremos esas cosas que podemos necesitar durante la caminata diaria. (toalla, calcetines de recambios, alcohol, vaselina, alguna bolsa de plástico de cierre hermético, navaja multiusus)
En el bolsillo superior (si lo tiene), llevaremos los mapas, indicaciones, credencial del peregrino, bolígrafo o lápiz y libreta.
Resumiendo; repartir el equipo cuidando de poner lo de mayor peso en la parte inferior, y después utilizar los distintos tipos de cierre, (correas, gomas, o tensores), para que la mochila queda apretada y recta, (una mochila que queda curvada, es incomodísima de llevar), recordar que tenéis que hacer muchos Kms con ella